Microsoft puso fin al soporte del último sistema operativo basado en Windows XP, cerrando definitivamente una era. Como el más longevo de los sistemas operativos, XP gozó de una vida de 17 años, 7 meses, y 16 días, un récord que difícilmente podrá ser superado.

Si bien las versiones más comunes de XP dejaron de recibir soporte en el 2014, algunas versiones industriales todavía lo hacían.

Se trata de Windows Embedded POSReady 2009, una versión de Windows XP basada en Windows XP SP3, usado únicamente en dispositivos industriales como cajeros automáticos, puntos de autoservicios, y máquinas registradoras.

No está claro cuántos usuarios están todavía utilizando esta versión de Windows, pero se estima que el 3,72% de computadoras mundiales corren aún en XP.

A pesar de esto, es muy probable que muchas organizaciones e individuos continúen utilizando esta versión, y probablemente sea por compatibilidad con software o hardware que ya tengan en uso. Puede tratarse de equipamiento manufacturado en los ’90 o 2000, que “se lleva mejor” con este sistema operativo. Por lo tanto, se podría decir que XP seguirá sostenido por sus usuarios, y puede ser utilizado sin problemas en computadoras que no estén conectadas a internet y no interactúen con pendrives potencialmente inseguros.

Sin embargo, como sabemos, parte de los beneficios de un sistema operativo actualizado es contar con mayor estabilidad y mejor desempeño general, y estas mejoras desaparecen con la falta de soporte. ¿La moraleja? Si aún en la oficina Ud. ve alguna computadora con Windows XP, mejor deshágase de ese sistema operativo, y si resulta indispensable para la operación de alguna interfaz o software muy específico garantícese que esté completamente aislada, evitando que nadie inserte pendrives “inocentes” ni que la conecte de forma alguna a internet ni a la red corporativa.