Es muy probable que los niños y niñas de hoy se desempeñen, en el futuro, en trabajos que aún no se han inventado. Solo por citar un ejemplo, existen millones de personas que trabajan —por ejemplo— en programación web o en marketing online cuando años atrás estos empleos no existían. Podemos deducir hechos con base en tendencias actuales, pero no se puede predecir el futuro por completo, hay mucho que todavía no sabemos.

Las innovaciones tecnológicas emergentes —desde la impresión 3D hasta la inteligencia artificial— y las transformaciones digitales proporcionan indicios de lo que podemos esperar en la próxima década en nuestros lugares de trabajo en el área de tecnología, y cómo evolucionarán las necesidades de personal digital. Sin ir más lejos, en unos pocos años, nuestros entornos de trabajo serán necesariamente más dinámicos, conectados, abiertos y digitales, tanto por la demanda social como por las posibilidades técnicas.
Muchas empresas ya empezaron a actualizar o construir activos digitales frontales —como sitios web— con un diseño receptivo para que se vean elegantes y brinden una experiencia positiva para los usuarios en todos los dispositivos. Independientemente de la dinámica actual de las empresas, se recomienda empezar a adoptar modelos flexibles de personal —como por ejemplo involucrar profesionales de IT especializados durante el tiempo necesario en un proyecto—, pensar en las habilidades y conocimientos que su organización podría requerir en un futuro, construir una cartera de profesionales de tecnología calificados, o capacitar a su personal para que estén preparados para enfrentar nuevos desafíos. La tercerización o outsourcing de recursos humanos en IT es una de las tendencias que acompaña este nuevo panorama.