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La industria de las tecnologías de la información en el país observa que la masa crítica de datos aumenta sustancialmente la disponibilidad de información para las compañías. Si anteriormente la información de las bases de datos de la empresa nacía y moría en su seno, ahora en la era del Big Data y la conectividad, las compañías invierten en explotar al máximo sus datos extendiendo la capacidad para administrar, gestionar e integrar la información generada en forma creciente en el mundo de la red.. La contracara natural de esta tendencia es la preocupación por la protección de esos datos.
Un estudio de Delitos Económicos de Price Waterhouse Coopers revela que el 31% de los fraudes en empresas correspondieron en el último año a delitos informáticos. La consultora además reveló en su encuesta que el 57% de los CEOS consideran una verdadera amenaza a los ataques informáticos. Cabe destacar que más del 40% de los entrevistados son CEOs de empresas con menos de 500 empleados, y el 60% con menos de 1.000.
Justamente el 32% de las compañías que víctimas de delitos informáticos tenían menos de 1.000 empleados. El fraude y el delito informático no son, evidentemente, privativos de grandes corporaciones, y por ello, tampoco debe serlo la prevención de los mismos. De las empresas encuestadas para el informe, el 51% mantendrá sus niveles de inversión con el objeto de prevenir estos ataques y el 44% aumentará.
Para Andrés Sarcuno, quien se desempeña como director de Forensic Services de PwC Argentina, el crecimiento de los fondos que se destinan a prevenir delitos informáticos tiene un efecto positivo en cuanto a la comprensión del fraude y su detección. Ya “correr el riesgo” deja de ser admisible pues se conoce que los costos de la pérdida son radicalmente mayores a los de la prevención.

Los elementos que conforman una buena solución son tres: virtualización, almacenamiento moderno y disponibilidad en la nube. Debe proveer una recuperación de alta velocidad, para que la empresa pueda seguir operando 7×24, y a su vez debe contar con visibilidad total de todos los componentes del sistema.

La disponibilidad y los tiempos de reacción de las empresas y soluciones dedicadas a la prevención pasan a ser factores de decisión para elegir una herramienta corporativa, más aún en tiempos en que “la nube” domina el espacio de los datos. La pérdida de datos es el escenario catastrófico que ninguna organización quiere evaluar y poco a poco se migra desde la hermeticidad de las redes corporativas aisladas hacia la “hiperdisponibilidad” que permite la nube, combinada con los eficientes mecanismos de seguridad disponibles en el mercado.
Desde las empresas de tecnología celebramos esta toma de conciencia ya que nuestra tarea se facilita y es más efectiva cuando nace de la prevención y de una inversión planificada. Años atrás discutíamos acerca de cómo convencer al CEO de invertir en seguridad informática, afortunadamente a la luz de las encuestas esta discusión parece estar zanjada y nos permite llevar la seguridad informática en Argentina al siguiente nivel.