El objetivo del mantenimiento informático es lograr que los equipos de trabajo estén en funcionamiento el mayor tiempo posible – el indicador relevante entonces es el “uptime”, operando eficazmente y con el máximo nivel de seguridad para los usuarios que lo utilizan.

Para llevar a cabo el mantenimiento de un sistema es necesario realizar tareas correspondientes a cada nivel de funcionamiento. Al mismo tiempo es importante tener en cuenta que el mantenimiento incluye tanto software como hardware y que ambos requieren un cuidado distinto pero son igualmente importantes en el buen funcionamiento de los sistemas.

Existen tres tipos distintos de mantenimiento informático de acuerdo al carácter de las tareas que éstos involucran.

Mantenimiento Predictivo

Se trata de un tipo de mantenimiento que se realiza gracias al uso de herramientas de diagnóstico, con el propósito de detectar posibles fallos, e intentar evitarlas antes de que se produzcan. Este tipo de mantenimiento a veces requiere un pequeño corte de servicio pero favorece el rendimiento general del sistema y la predictibilidad de los servicios, además de ahorrar tiempo y dinero en resolver fallas que de otro modo pueden implicar pérdidas.

Sin embargo, muchas de las herramientas utilizadas se emplean de forma continua en el sistema, sin necesidad de que éste se detenga. Esto permite diagnosticar el estado del equipo, generando al mismo tiempo un archivo histórico del funcionamiento del mismo – log.

Se trata simplemente de tomar decisiones informadas para prevenir posibles complicaciones a futuro, ahorrando tiempo y dinero en el proceso.

Mantenimiento Preventivo

Consiste en aplicar una serie de procedimientos y técnicas que ayudan a minimizar el riesgo de fallos de manera considerable, garantizando el funcionamiento durante más tiempo. En otras palabras, sirve para alargar la vida útil de los dispositivos.

Éste es el tipo de mantenimientos más frecuentemente realizado, y el que suele ser más contratado por las empresas.

A su vez, el mantenimiento preventivo se separa en dos técnicas o procedimientos:

  • Activo: consiste principalmente en la limpieza – con alta frecuencia – de los componentes del sistema.
  • Pasivo: consiste en evitar que el sistema sea expuesto a condiciones ambientales perjudiciales.

Mantenimiento Correctivo

Se trata de la solución que deberá aplicarse cuando el mantenimiento predictivo y el preventivo no hayan podido advertir o prevenir un fallo, y éste se produce. Se trata de la reparación o reemplazo del componente del sistema que no funcione.

Además de solucionar el problema, será importante determinar cuál ha sido la causa del mismo, para encontrar posibles repercusiones en otras partes del sistema, evitando también que errores similares se repitan en el futuro.

Como resulta evidente, un tipo de mantenimiento reduce la incidencia de otro, y esto se refleja también en los costos. Muchas veces se detiene el mantenimiento preventivo y predictivo entendiendo que éstos no tienen beneficios y comportan un gasto – y es así en efecto, en el corto plazo. Pero ¿qué ocurre un tiempo después? Equipos que funcionaban dejan de funcionar, performan debajo del estándar o – peor aún – provocan pérdidas de información. Los costos del mantenimiento correctivo, que resultan inevitables, son en esos casos muy superiores a los costos del mantenimiento preventivo y predictivo, incluso aplicados en forma continua.

En definitiva, no mantener equipos y sistemas nunca es una alternativa inteligente en términos financieros, económicos ni de servicio.