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Intel inició en 2013 con el “Día mundial de la contraseña” (World Password Day). Desde esa fecha, el primer jueves de mayo se recuerda con esta efeméride la necesidad de usar contraseñas seguras. Es una invitación a responder aquellas preguntas sobre las que siempre insistimos ¿Sigue usando el nombre de su mascota para todas las contraseñas? ¿Usa la misma contraseña en un sitio web al que se suscribió para recibir ofertas que a su Home Banking? ¿Continúa ingresando a sus servicios preferidos con accesos integrados con Google o Facebook? Lamentablemente estas conductas podrían estar poniendo en riesgo su integridad informática.

¡Hoy es un excelente día para mejorar sus contraseñas y modos de acceso!

Seguramente conoce de administradores de contraseñas y autenticación multifactor. Sí, hablamos de ese “molesto” mecanismo por el cual para acceder a un sitio se le requiere confirmar en su teléfono, o recibir un email y hacer click en el enlace. Este “doble factor” es el garante de que usted esté alerta del acceso. La primera invitación es a que active el segundo factor en sus cuentas: podrá encontrarlo en Google, en Facebook, en Mercado Libre y muchos otros sitios populares que ofrecen esta “capa extra” de seguridad.

Escribir contraseñas en un papel es cosa del pasado. Hay varios administradores de contraseñas gratuitos o de bajo costo que pueden concentrar bajo una llave única todas sus contraseñas en un mismo lugar. Asesórese con un experto respecto a cuáles de estas aplicaciones son más adecuadas para su uso, y recuerde la regla de oro: sólo instale aplicaciones de fuentes conocidas. En unos minutos habrá resuelto además el problema de perder contraseñas.

Y por último lo más importante: elija contraseñas seguras cada vez, usando la regla “fácil de recordar, difícil de adivinar”. Está probado que usar contraseñas basadas en la primera letra de cada palabra de una frase es igual de fácil de recordar que una mala contraseña (por ejemplo, lqevsl responde a “lo que el viento se llevó”) y sin embargo logra ser difícil de descifrar, incluso tanto como lo sería si genera la contraseña en forma aleatoria. Si además, a este mecanismo le agregamos algunos números o símbolos, usted puede desarrollar sus propias “reglas” para recordar, sin que sea fácil de descifrar.